Hoy en día, a menudo parece que tenemos que elegir entre snacks que son fáciles de agarrar y aquellos que realmente son buenos para nosotros. Pero los cacahuetes recubiertos son la excepción: logran combinar salud y un gran sabor de la mejor manera posible. Cuando te metes uno de estos pequeños bocados en la boca, obtienes una satisfactoria textura crujiente, y al mismo tiempo, estás tomando una serie de nutrientes importantes. Hablamos de proteína vegetal, grasas saludables que son buenas para tu cuerpo, y fibra dietética que mantiene tu digestión funcionando correctamente. A diferencia de esos snacks fritos que pierden mucho de su valor nutricional durante la cocción, cacahuetes de alta calidad recubiertos con sésamo, por ejemplo, se asan con cuidado. De esta manera, todos esos buenos antioxidantes y minerales permanecen intactos. ¿Y el recubrimiento? Ya sea que esté hecho de sésamo, miel o infusionado con especias, añade un toque de textura sin opacar el sabor natural de los cacahuetes. No es de extrañar que sean favoritos entre las personas que quieren disfrutar de un snack sin sentirse culpables.
Hacer cacahuetes con recubrimiento realmente buenos es un poco como crear una obra de arte: requiere mucha precisión en cada paso. Antes de cualquier otra cosa, los cacahuetes crudos pasan por estrictos controles de calidad. Solo los mejores pasan la prueba. Luego, se asan a temperaturas cuidadosamente controladas. Esto ayuda a sacar los aceites naturales de los cacahuetes y les da ese delicioso sabor que tanto nos gusta. A la hora de añadir el recubrimiento, no es tan simple como poner algo encima. Los fabricantes utilizan técnicas especiales para aplicar de manera uniforme una capa fina de ingredientes, como semillas de sésamo blancas o una mezcla de harina de arroz. Para esos cacahuetes especiales con recubrimiento de sésamo que puedes encontrar aquí tienes , a menudo utilizan un sistema de recubrimiento de doble capa. Esto asegura que cada bocado se mantenga rico y crujiente. Todo este cuidadoso trabajo significa que cada lote de cacahuetes recubiertos tiene la misma textura y sabor excelente, mientras también cumple con los estrictos estándares de seguridad alimentaria que todos esperamos.
Claro, los cacahuetes recubiertos son adictivos debido a lo buenos que saben, pero también ofrecen algunos beneficios para la salud. Solo una porción de 30 gramos te proporciona aproximadamente 7 gramos de proteína vegetal, lo que es casi lo mismo que obtendrías de una clara de huevo. Además, están llenos de grasas monoinsaturadas, las buenas para el corazón. Si los cacahuetes están cubiertos con semillas de sésamo, estás obteniendo un 15% extra de calcio en comparación con los cacahuetes normales. Y si están cubiertos con especias, podrías estar obteniendo compuestos como la capsaicina, que pueden ayudar a aumentar tu metabolismo. A diferencia de esos bocadillos cubiertos de azúcar que pueden hacer subir tu nivel de azúcar en sangre, los cacahuetes salados tienen un índice glucémico bajo, lo que los convierte en una buena opción para personas con dietas diabéticas. Y esto es interesante: estudios recientes sugieren que la combinación de la proteína en los cacahuetes y los lignanos en las semillas de sésamo podría incluso ayudar a mantener tu corazón saludable mejorando tu perfil lipídico.
Las cacahuetes recubiertas no están hechas solo para comer directamente de la bolsa: se pueden usar de maneras creativas en la cocina. Piensa en triturarlas y espolvorearlas sobre una ensalada. De repente, tu ensalada pasa de ser ordinaria a algo con un crujido increíble. O mézclalas en salsas para platos asiáticos; añaden una nueva dimensión de sabor. También puedes mezclarlas con frutas secas para hacer una mezcla de snack perfecta. Los bartenders incluso las están usando como decoración para cocteles, empleando cacahuetes recubiertas de sésamo como adorno. La salinidad de los cacahuetes combina muy bien con bebidas que tengan un toque cítrico. Para los cocineros caseros, las cacahuetes recubiertas pueden ser una gran alternativa a las migajas de pan. Úsalas para cubrir pollo o pescado, y obtendrás una costra sin gluten que es super crujiente. Y si te gusta emparejar alimentos, prueba cacahuetes recubiertas de miel con quesos fuertes: la combinación es deliciosa. O agrega cacahuetes con chile y lima a un plato de arroz simple para darle un gran impulso de sabor.
Para asegurarte de que tus maníes con cobertura permanezcan tan crujientes y deliciosos como el día en que los compraste, el almacenamiento adecuado es fundamental. Tan pronto como abras el paquete, transfiere los maníes a un recipiente hermético. Si tienes una selladora al vacío, mejor aún: puede extraer cualquier aire adicional y mantenerlos frescos. Guárdalos en un lugar fresco, alrededor de 15-18°C, y en un sitio oscuro. Esto ayuda a prevenir que los aceites de los maníes se echen a perder. Si los pones en la nevera, pueden permanecer frescos hasta 3-4 meses más. Y si quieres conservarlos por mucho tiempo, puedes congelarlos en bolsas porciones controladas. Permanecerán en perfecto estado hasta por un año. Solo evita usar envoltorios de plástico que puedan atrapar humedad, y no los almacenes cerca de cosas que tengan un olor fuerte. Los maníes son como pequeñas esponjas para olores, y no quieres que comiencen a saborear como los sobrantes de anoche. Sigue estos consejos, y cada vez que alcances un puñado de maníes con cobertura, obtendrás esa textura y sabor perfectos.